Así podría decir Iron Maiden que fue la batalla librada ayer en Bilbao. Vinieron, vieron y vencieron, como el César. A pesar de no ser uno de sus mejores conciertos, ni mucho menos, la masa esperaba con ansiedad la salida de la banda más mítica del heavy metal. No defraudaron, eso sí, cumpliendo con el programa previsto se cebaron con el último disco, cosa que el público a pesar de estar animado no acabó de entender.
Los nuevos temas robaron tiempo a los grandes clásicos, véase The number of the beast, Fear of the Dark, Hallowed be thy name, Two minutes to midnight etc. Y eso que al final los tocaron. Para mi gusto faltaron unos cuantos: The Clansman, Aces High, Die with your boots on y demás...Una lástima. Eso sí, hagan lo que hagan, siguen siendo grandes. De hecho sólo ellos fueron capaces de movilizar a toda la gente, que poco a poco fue abandonando todos los rincones que no fuesen el Escenario 1 del Festival. Merecen la pena, y merecen la pena sólo por oirles gritar aquello de Scream for me ____ y esta vez era Bilbao. Después de tantos años esperando acogimos el grito y lo hicimos nuestro. No lo olvidaremos.
La crónica de los conciertos se resume rápido. Aunque no mentiré. Llegamos a Kobetas sobre las 5 la tarde y hasta las 8 y pico no entramos. Como en todos los festivales del mundo, el anecdotario se va forjando fuera del recinto, pero su colofón está dentro. Nos perdimos varios conciertos, que por lo que he leído sólo fueron seguidos por unos cientos de personas. Vhaldemar, heavy vasco y Lauren Harris hija del bajista de Maiden que de momento no tiene disco, pero sí un cuerpo para el delito ( por lo que dicen los colegas ). Luego un par de grupos más que visionamos desde la lejanía y Juliette & The Licks. La artista celebró ayer sus 34 primaveras en la que es probablemente la ciudad menos primaveral del mundo, curioso. Lo cierto es que le ponen ganas, incluso hubo un par de lanzamientos en plancha al público que seguro quedarán grabados. Y a las 22.25 aprox empezó la debacle que ya he comentado antes.
Hoy segunda jornada, y no por ello menos intensa. Por resumir, me quedo con un primer plato ligero, Fishbone, un segundo plato que llena, Fermín Muguruza, y un postre que descongestiona; Red Hot Chili Peppers. Parece un plan perfecto, espero que se cumplan las previsiones.
Hoy me quedo con el postre, y eso que en realidad nunca ha sido mi plato preferido, siempre que no nos intenten vender el último disco, que ya tiene una muy buena salida. Give it away...
Bye!
Los nuevos temas robaron tiempo a los grandes clásicos, véase The number of the beast, Fear of the Dark, Hallowed be thy name, Two minutes to midnight etc. Y eso que al final los tocaron. Para mi gusto faltaron unos cuantos: The Clansman, Aces High, Die with your boots on y demás...Una lástima. Eso sí, hagan lo que hagan, siguen siendo grandes. De hecho sólo ellos fueron capaces de movilizar a toda la gente, que poco a poco fue abandonando todos los rincones que no fuesen el Escenario 1 del Festival. Merecen la pena, y merecen la pena sólo por oirles gritar aquello de Scream for me ____ y esta vez era Bilbao. Después de tantos años esperando acogimos el grito y lo hicimos nuestro. No lo olvidaremos.
La crónica de los conciertos se resume rápido. Aunque no mentiré. Llegamos a Kobetas sobre las 5 la tarde y hasta las 8 y pico no entramos. Como en todos los festivales del mundo, el anecdotario se va forjando fuera del recinto, pero su colofón está dentro. Nos perdimos varios conciertos, que por lo que he leído sólo fueron seguidos por unos cientos de personas. Vhaldemar, heavy vasco y Lauren Harris hija del bajista de Maiden que de momento no tiene disco, pero sí un cuerpo para el delito ( por lo que dicen los colegas ). Luego un par de grupos más que visionamos desde la lejanía y Juliette & The Licks. La artista celebró ayer sus 34 primaveras en la que es probablemente la ciudad menos primaveral del mundo, curioso. Lo cierto es que le ponen ganas, incluso hubo un par de lanzamientos en plancha al público que seguro quedarán grabados. Y a las 22.25 aprox empezó la debacle que ya he comentado antes.
Hoy segunda jornada, y no por ello menos intensa. Por resumir, me quedo con un primer plato ligero, Fishbone, un segundo plato que llena, Fermín Muguruza, y un postre que descongestiona; Red Hot Chili Peppers. Parece un plan perfecto, espero que se cumplan las previsiones.
Hoy me quedo con el postre, y eso que en realidad nunca ha sido mi plato preferido, siempre que no nos intenten vender el último disco, que ya tiene una muy buena salida. Give it away...
Bye!
No hay comentarios:
Publicar un comentario