lunes, 2 de julio de 2007

Apotheosis


Finalizada ya la segunda edición del Bilbao Live, sólo queda hacer balance de los 4 días de festival. Éste quedó clausurado el pasado Viernes a cargo de los californianos Incubus, que haciendo honor a su procedencia protagonizaron un nuevo fiasco musical en las laderas del Monte Kobetas. Como sus colegas los Red Hot, Incubus cerró con una hora de repertorio soso y maniqueo la que pudo ser la mejor noche del festival gracias a Metallica; sin duda el mejor cabeza de cartel...a toro pasado.

Estuvieron a la altura de las circunstancias. A las 23.00, las 40000 miradas se centraban en el escenario principal, miradas por otro lado inquietas, con ganas de saber si la banda iba a cubrir las expectativas o iba a salir a cumplir como alguno de sus compadres. Un escenario austero que iba a recibir el segundo concierto de la gira Sick of Studio iniciada un día antes en Lisboa. Algunos conocíamos el setlist del día anterior e íbamos ya con los dientes largos esperando los grandes clásicos. Así fue. No se ciñeron por completo a ese repertorio, pero casi casi. Aquellos que fueron a ver el nuevo Metallica de St. Anger se encontraron ( gracias a dios ) con un homenaje al Master of Puppets y una revisión de sus clásicos, algún guiño al próximo disco y unos cuantos solos instrumentales. El público 100% entregado a pesar de las carencias del sonido al inicio y disfrutando a través de sus objetivos digitales de un concierto que ha hecho historia.

Fuegos de artificio, palabras en euskera, ikurriñas, púas a doquier, la luna llena...Todo eso decoró un show que no necesitó de florituras para calar en el ambiente. La buena música, la entrega y la pasión por el buen metal fueron los aliados de un grupo que conquistó Bilbao el último día de la batalla. Al menos nos quedamos con buen sabor de boca, aunque no se nos olvidan los fracasos ni los desplantes. Con el tiempo recordaremos que los Maiden cumplieron, Metallica se impuso y Red Hot pasó por aquí.

Metallica ejerció de Atila en el bocho, será difícil que vuelva a crecer la hierba en Kobetamendi. Esperando que su imperio no muera con ellos ( como le sucedió al líder de los hunos ) sólo nos queda esperar un año para recuperar la herencia que han dejado a su paso. Será difícil superar el cartel, pero fácil superar los ánimos. Hasta la próxima!

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